domingo, 26 de febrero de 2012

Domingo 26 de febrero de 2012

Este blog forma parte del proyecto Diario Intimo de una Ficción Verdadera, se realiza dentro del marco de la materia Redacción Universitaria de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, división de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Humanidades, bajo la dirección del maestro Sandro Cohen.


                                               Todo sucedió en el carajo           


Fue el viernes pasado cuando decidí salir con unos amigos. El lugar no lo teníamos en mente aun, lo bueno de esta salida era que me serviría de motivo para conocer mas a Jenny es el nombre de la chica de mi trabajo la cual acabo de conocer ase una semana. Después de tanto alegar nos fuimos a un bar llamado “El carajo” que esta por avenida central, el camino fue algo largo pero no importo pues ella se la pasó platicándome acerca de su vida  en todo el camino, hasta que por fin llegamos. Me pude dar cuenta que el lugar no le agrado, pues su expresión no era del todo agradable por lo cual le pregunte que si quería que nos regresáramos,  respondiéndome que no solo que se veía algo feo el lugar y no le daba mucha confianza  pero que por mi se quedaba hasta morir.
Entrando al bar nos sentamos y comenzamos darle a duro a las cervezas. Daniel uno de mis amigos como siempre de mala copa, tratando de manosear a cuanta chava se la atravesaba, o mi otra amiga Elisa, que ya con las copas demás anda bailando en las mesas tratando de quitarse la ropa y los demás ya no ase falta ni mencionarlos .
Lo sorprendente que a ella no le molesto para nada al contrario me dijo que le empezaban a caer bien mis amigos, ya que le parecían únicos y muy originales. Así que después de tanto platicar la saque a bailar una salsa la cual es de mis favoritas “el negrito de la salsa”. La verdad es que me sorprendió, me dio una bailada que duramos bastante tiempo, hasta que llego el reggatón,  genero de música que estaba esperando ya que moría de las ganas de perrear con ella y si lo hicimos hasta cansarnos.
Pasaron varias horas para que volviéramos a la mesa. A si que nos sentamos y ya demasiado entonados comenzamos a besarnos fue algo tan chido pero muy corto, pues mis amigos comenzaron a molestar e interrumpieron lo que podía haber pasado entre los dos, y sobretodo Alfredo que comenzó a abrazarla, a lo cual provoco que soltara un putazo en la boca para que se le quitaran las ganas de abrasarla a lo cual el trato de responder pero lo detuvo Ricardo, el era otro de los que venía con nosotros así que, me salí del lugar con Jenny el cual se había enojado con conmigo muy molesta me dijo: que la llevara a su casa, tal reacción me sorprendió preguntándole el motivo, a lo cual me contesto que no le había gustado mi actitud que era un patán, y que ya no le hablara  tal respuesta me enojo que la recordé a su mamá.

Rivero Huerta Francisco Javier Gpo. B

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