Este blog forma parte del proyecto Diario Intimo de una Ficción Verdadera, se realiza dentro del marco de la materia Redacción Universitaria de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, división de Ciencias Sociales y Humanidades, Departamento de Humanidades, bajo la dirección del maestro Sandro Cohen.
Hoy comienza un nuevo día. Todo resulta cotidiano eso creo
yo, el ir y venir escuela, trabajo y nada mas,
pero la realidad es otra, no
todos los días son iguales principalmente
en mi trabajo que es donde cada día hay labores distintas que hacer, que
al fin de cuenta es trabajo. El observar y analizar el darme cuenta de que rodeado con gente hipócrita y falsa, como el
típico compañero que solo quiere sentirse
jefe sin saber que es un empleado como todos, o el que solamente va a
galantear, que tal mi jefa si que es un ejemplo a seguir llega tarde y no solamente eso, todavía se
dedica a perder el tiempo en toda la tienda sin importarle que nuestro
departamento enfrenta grandes problemas en perdidas.
Toda la tienda se
encuentra en el caos total ya que se acerca nuestro inventario anual. Los
gerentes no se diga, presionando a los jefes de cada área y estos a su vez a
nosotros, pero me pregunto ¿Por qué solo presionar? Y no actuar, ayudarnos
poner en práctica la ejecución con sus empleados. Si lo digo por los gerentes,
que son unas personas tan déspotas según ¡estudiadas! No lo creo ya que
desconocen lo que es la palabra educación o al menos eso parece, sus típicas
palabras son: ve, dame, tráeme, acomoda, no me gusto, quítalo. Son unas
personas tan desagradables el sentirse
que nadie los merece, además parece que
salen malos olores de los sanitarios ya que
traen una cara siempre, que yo creo nada más ellos los perciben.
Que decir de los que se dedican a
vigilar la tienda, bueno según ellos dicen, yo no creo, ya que en mi
departamento nos han robado demasiada mercancía .Siempre se les avisa que hay
un sospechoso a la vista y casualmente
no están ¿donde se encuentran los de seguridad? No asen su trabajo como deben,
por otro lado que se puede decir de los
clientes, me han tocado de todo tipo que hasta las gracias te dan, en cambio
hay otros que son muy prepotentes y aferrados a no mas decir diciendo:¡gracias
a mi comes! .Es muy cruel en la forma tan despectiva en la que se dirigen hacia
nosotros los empleados pero esto es parte del trabajo donde quiera hay
situaciones similares o iguales que las mías. Todo esto es parte de nuestro
proceso de crecimiento como personas el cual nos queda adaptarnos al contorno
social en el que nos encontramos.
RIVERO HUERTA FRANCISCO JAVIER GRUPO B
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